lunes, 25 de diciembre de 2006

Acerca de este blog

Dar al-Harb/Dar al-Islam es un concepto que muchos musulmanes comparten en su ideario común, aun cuando no le den necesariamente este nombre. Es decir, consideran que el mundo se divide en malos y buenos y que el islam es la gran verdad que debe prevalecer frente a otras cosmovisiones sacrílegas. El fin último es que Dar al-Islam se extienda a todo el mundo y rija el futuro de toda la humanidad.

Esta ideología religiosa tiene muchos puntos en común con el fascismo. Me produce estupor muchas de las analogías entre la época actual y la pasada época de surgimiento y apogeo del fascismo a principios del siglo veinte. También me preocupa el hecho de que ahora, al igual que entonces, nuestra sociedad subestime la capacidad destructora y liberticida de esta ideología, así como su alcance real en nuestro futuro, en una combinación poco clara de tolerancia ingenua, candidez bienintencionada y un errado concepto de neutralidad.

En el periodo de entreguerras, mirar hacia otro lado y permanecer ajenos y permisivos a todo lo que estaba ocurriendo, nos condujo al Holocausto y a la segunda guerra mundial. En la actualidad, salvando las diferencias, creo ver signos preocupantes de una deriva similar. No se trata de odio irracional ni racismo, sino de hechos y declaraciones que acontecen a diario sin que les prestemos atención. De hecho el racismo y la irracionalidad provienen del islamismo, que ve en los que no profesan su credo a seres inferiores que deberían vivir subyugados a la ley islámica (cristianos, judíos, zoroastrianos son dhimmis) o que ni siquiera tienen derecho a existir (ateos, agnósticos, politeístas).

Conociendo nuestro pasado, el dolor, la crueldad y la muerte a que el fascismo desembocó, deberíamos ser más conscientes de las amenazas a la libertad y a nuestras sociedades que supone el islamismo y comprometernos activamente en combatir la ideología fascista subyacente.

Rechazo todas las creencias que intentan imponerse a los demás y que se conciben a sí mismas como portadoras indiscutibles de la verdad, creencias que ni remotamente consideren que puedan no estar en lo cierto. ¿Evolucionará el islam y dejará de leer literalmente el corán y sus demás textos? Las posturas fascistas actualmente mayoritarias solo merecen tolerancia cero y verse abocadas a desaparecer. Nos va nuestro futuro en ello. Los dificultosos intentos de algunos musulmanes por defender un islam más liberal sin fascismo les acarrea no solo un rechazo airado de su comunidad sino a menudo su propia muerte o tener que vivir amenazados, lo que me hace ser muy escéptico respecto a una posible evolución del islam. Estas personas y colectivos, como Irshad Manji o Muslims for America entre otros, merecen nuestro respeto, nuestro apoyo y que les demos la voz que otros les niegan.

No obstante, mi posición particular está más cerca del ateísmo liberal de la ex-musulmana Ayaan Hirsi Ali. Pienso que la raíz de estos problemas está en la propia religión, ya que fundar tus valores y tu conducta en verdades absolutas e inamovibles por un acto de fe, bien puede ser inocuo o bien tener consecuencias devastadoras, pero al no someter a crítica ni a juicios racionales la veracidad o lo pernicioso de dichas creencias, la religión puede desembocar en enormes injusticias y crueldades difíciles de erradicar.

La mayoría de sitios webs críticos con el islam parten desde unas premisas que no comparto, aunque también deplore los abusos que denuncian. No obstante muchos de estos sitios tienen una orientación política escorada a la derecha cristiana conservadora y el rechazo al islamismo a veces rezuma un odio religioso larvado y tintes xenófobos. No me parece coherente la crítica a la irracionalidad del islam desde la irracionalidad del cristianismo. Por eso nace este blog, con la intención de ofrecer desde el ateísmo una crítica al islam más escéptica y liberal.

Desde hace algunos años he ido experimentando una evolución ideológica desde la izquierda ecosocialista de mi adolescencia hasta una posición, ahora diez años después, liberal, escéptica y humanista. En este momento no me considero ni de izquierdas ni ecologista. Mis creencias religiosas siempre orbitaron hasta mi adolescencia entorno al cristianismo católico, aunque dado que nunca me satisfizo tuve en los últimos años influencias eclécticas del budismo occidental y de la nueva era ("new age") que me satisficieron menos aun. Actualmente soy irremediablemente ateo, después de haber pasado por unos años cursis de agnosticismo nostálgico.

Intentaré ser todo lo objetivo que mi bagaje personal me permita, aunque este blog estará, obviamente, marcado en cierto grado por mis propias vivencias.

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