jueves, 28 de diciembre de 2006

Homosexualidad en Irán

Dos manzanas recoge la noticia de que más de un centenar de gays y lesbianas huyeron de Irán en el 2006. Algunos han pedido asilo en países occidentales y otros permanecen bajo riesgo de expulsión en países como Turquía, Paquistán o Malasia.

Muchos homosexuales intentan huir de los países islámicos en los que la sharia castiga con la pena de muerte las relaciones homosexuales (Irán, Arabia Saudí, Nigeria, Sudán, Mauritania, ...) o con otras penas importantes.

En julio de 2005 las fotos de dos muchachos de 17 y 18 años a los que condenaron salvajemente a la horca por mantener relaciones homosexuales dieron la vuelta al mundo. Por desgracia no se trata de un hecho aislado.

El 10 de septiembre de 2006 en una conferencia de la Harvard's Kennedy School le preguntaron al, supuestamente reformista, ex-presidente de Irán Mohamed Jatami acerca de las ejecuciones de homosexuales y lo dejó meridianamente claro:

Nos encontramos en una Universidad, cuna de la ciencia, por lo que podemos debatir científicamente.

En todas las escuelas filosóficas y en todas las religiones existe el castigo y castigar no es una forma de violencia. El castigo se entiende como una respuesta a la violencia o a la desviación en la sociedad y si no existiese el castigo en una sociedad, esa sociedad no funcionaría adecuadamente.

Respecto a la cuestión de si la pena capital es una reacción justa contra el crimen, se ha debatido con profusión en círculos legales e incluso algunos estados de los Estados Unidos y otros países del mundo aún mantienen la pena capital, por lo que este asunto aún está sometido ampliamente a debate.

Como experto en ciencias islámicas puedo deciros que la pena capital es aceptable en el islam, pero deben cumplirse unas condiciones tan estrictas que en la práctica las ejecuciones no deberían ocurrir casi nunca. Si de hecho están ocurriendo en los países islámicos se debe a que si ocurren excesivamente en estos países islámicos hay un problema en la aplicación práctica de las normas religiosas.

Respecto a la cuestión de los gays y la cuestión del adulterio, las condiciones que se exigen para la pena capital son tan estrictas que es virtualmente imposible que se cumplan. Claro que tan sólo se trata de mi opinión y muchos no la aceptan, pero se me preguntó por ella y eso es lo que creo. En muchos países islámicos se castigan las relaciones homosexuales así como las relaciones heterosexuales sin consentimiento. Hay otros en el mundo que también tienen puntos de vista parecidos, como importantes sectas cristianas. Así que efectivamente, tenéis razón, las actividades homosexuales son un crimen en el islam. Y los crímenes se castigan. El hecho de que deban pagarse con la muerte es debatible. Y debemos diferenciar entre castigo y violencia.

Desde que el ayatolá Jomeini llegó al poder en 1979 cuando se instauró la República Islámica de Irán y empezó a aplicarse la sharia, la asociación Homan ha documentado más de 4.000 ejecuciones de homosexuales.

lunes, 25 de diciembre de 2006

Acerca de este blog

Dar al-Harb/Dar al-Islam es un concepto que muchos musulmanes comparten en su ideario común, aun cuando no le den necesariamente este nombre. Es decir, consideran que el mundo se divide en malos y buenos y que el islam es la gran verdad que debe prevalecer frente a otras cosmovisiones sacrílegas. El fin último es que Dar al-Islam se extienda a todo el mundo y rija el futuro de toda la humanidad.

Esta ideología religiosa tiene muchos puntos en común con el fascismo. Me produce estupor muchas de las analogías entre la época actual y la pasada época de surgimiento y apogeo del fascismo a principios del siglo veinte. También me preocupa el hecho de que ahora, al igual que entonces, nuestra sociedad subestime la capacidad destructora y liberticida de esta ideología, así como su alcance real en nuestro futuro, en una combinación poco clara de tolerancia ingenua, candidez bienintencionada y un errado concepto de neutralidad.

En el periodo de entreguerras, mirar hacia otro lado y permanecer ajenos y permisivos a todo lo que estaba ocurriendo, nos condujo al Holocausto y a la segunda guerra mundial. En la actualidad, salvando las diferencias, creo ver signos preocupantes de una deriva similar. No se trata de odio irracional ni racismo, sino de hechos y declaraciones que acontecen a diario sin que les prestemos atención. De hecho el racismo y la irracionalidad provienen del islamismo, que ve en los que no profesan su credo a seres inferiores que deberían vivir subyugados a la ley islámica (cristianos, judíos, zoroastrianos son dhimmis) o que ni siquiera tienen derecho a existir (ateos, agnósticos, politeístas).

Conociendo nuestro pasado, el dolor, la crueldad y la muerte a que el fascismo desembocó, deberíamos ser más conscientes de las amenazas a la libertad y a nuestras sociedades que supone el islamismo y comprometernos activamente en combatir la ideología fascista subyacente.

Rechazo todas las creencias que intentan imponerse a los demás y que se conciben a sí mismas como portadoras indiscutibles de la verdad, creencias que ni remotamente consideren que puedan no estar en lo cierto. ¿Evolucionará el islam y dejará de leer literalmente el corán y sus demás textos? Las posturas fascistas actualmente mayoritarias solo merecen tolerancia cero y verse abocadas a desaparecer. Nos va nuestro futuro en ello. Los dificultosos intentos de algunos musulmanes por defender un islam más liberal sin fascismo les acarrea no solo un rechazo airado de su comunidad sino a menudo su propia muerte o tener que vivir amenazados, lo que me hace ser muy escéptico respecto a una posible evolución del islam. Estas personas y colectivos, como Irshad Manji o Muslims for America entre otros, merecen nuestro respeto, nuestro apoyo y que les demos la voz que otros les niegan.

No obstante, mi posición particular está más cerca del ateísmo liberal de la ex-musulmana Ayaan Hirsi Ali. Pienso que la raíz de estos problemas está en la propia religión, ya que fundar tus valores y tu conducta en verdades absolutas e inamovibles por un acto de fe, bien puede ser inocuo o bien tener consecuencias devastadoras, pero al no someter a crítica ni a juicios racionales la veracidad o lo pernicioso de dichas creencias, la religión puede desembocar en enormes injusticias y crueldades difíciles de erradicar.

La mayoría de sitios webs críticos con el islam parten desde unas premisas que no comparto, aunque también deplore los abusos que denuncian. No obstante muchos de estos sitios tienen una orientación política escorada a la derecha cristiana conservadora y el rechazo al islamismo a veces rezuma un odio religioso larvado y tintes xenófobos. No me parece coherente la crítica a la irracionalidad del islam desde la irracionalidad del cristianismo. Por eso nace este blog, con la intención de ofrecer desde el ateísmo una crítica al islam más escéptica y liberal.

Desde hace algunos años he ido experimentando una evolución ideológica desde la izquierda ecosocialista de mi adolescencia hasta una posición, ahora diez años después, liberal, escéptica y humanista. En este momento no me considero ni de izquierdas ni ecologista. Mis creencias religiosas siempre orbitaron hasta mi adolescencia entorno al cristianismo católico, aunque dado que nunca me satisfizo tuve en los últimos años influencias eclécticas del budismo occidental y de la nueva era ("new age") que me satisficieron menos aun. Actualmente soy irremediablemente ateo, después de haber pasado por unos años cursis de agnosticismo nostálgico.

Intentaré ser todo lo objetivo que mi bagaje personal me permita, aunque este blog estará, obviamente, marcado en cierto grado por mis propias vivencias.

sábado, 23 de diciembre de 2006

División del mundo en el Islam

Para la teología islámica y su interpretación de las normas, el fin último del islam es el sometimiento del mundo entero al dominio islámico. Cada lugar del mundo recibe una denominación distinta de acuerdo al estado en que se encuentra respecto al fin último del islam y para definir cómo pueden comportarse los musulmanes en dichas regiones.

Dar al-Islam

Dar al-Islam (árabe: دار الإسلام, "casa de la sumisión") es un término que designa a los territorios bajo gobierno musulmán. Según la tradición conservadora del islam, el mundo se divide en dos bloques: Dar al-Islam, la casa de la sumisión y Dar al-Harb, la casa de la guerra.

Dar al-Islam y su terminología asociada no se encuentran en las dos obras básicas del islam, el corán y los hadices. Algunos pensadores musulmanes modernos sostienen que encuadrar a un país o lugar en Dar al-Islam o Dar al-Harb tiene que ver con la cuestión de la seguridad religiosa. Esto significa que si un musulmán puede practicar libremente el islam en su lugar de residencia, entonces se considera que vive en Dar al-Islam, incluso si reside en un país secular o no islámico. Las interpretaciones tradicionales se centran sin embargo en qué religión ostenta la máxima autoridad.

Algunos intelectuales musulmanes de Occidente, como Tariq Ramadan, han cuestionado recientemente la división del mundo en Dar al-Islam/Dar al-Harb, con propuestas adicionales de "casas" (o "residencias") para describir diferentes situaciones.

Dar al-Harb

Dar al-Harb (árabe: دار الحرب, "casa de la guerra") es un término que designa a los lugares que no se rigen por las normas musulmanas. Tradicionalmente se refiere a los territorios que no están gobernados por musulmanes. La definición exacta de estos territorios varía enormemente dependiendo del concepto personal de a quién se considera musulmán y a quién no, y qué gobiernos son musulmanes o no en la práctica. Los habitantes de Dar al-Harb se denominan harbis.

Dar al-Harb y su terminología asociada no se encuentran en las dos obras básicas del islam, el corán y los hadices.

En Umdat al-Salik (La confianza del viajero), punto w43.2, se habla de un hadiz que incluye literalmente la expresión Dar al-Harb. Sin embargo, los estudiosos desconfían de su fiabilidad por tratarse de Umdat al-Salik.

Dar al-Hudna

Dar al-Hudna ("casa de la calma") es el territorio de los no creyentes que están en tregua en una pausa entre guerras. La tregua deben comprarla los harbis con sus tributos. Si los harbis se niegan a pagar los tributos a cambio de la tregua, se reanudarán las hostilidades. Además, solo se consideran válidos los tratados que cumplan con las prescripciones islámicas; si no se cumplen estas condiciones el tratado no tiene ningún valor.

Dar al-'Ahd

Dar al-'Ahd (árabe: دار العهد, "casa de la tregua" o Dar al-Sulh "casa del tratado") es un término que se acuñó para describir la relación entre el imperio otomano y sus estados tributarios cristianos. La creación de Dar al-Ahd fue necesaria porque la visión del mundo predominante en aquella época no permitía la paz duradera con estados no musulmanes, incluso aquellos bajo dominación musulmana.

Actualmente el término se refiere a los gobiernos no musulmanes que han firmado armisticios o acuerdos de paz con gobiernos musulmanes. La relación real que se mantiene con el país no musulmán varía desde una relación de igualdad hasta el sometimiento tributario.

Dar al-Kufr

Dar al-Kufr (árabe: دار الكفر, "casa de los infieles" o "dominio de los incrédulos") es un término que utilizaba Mahoma para referirse a la sociedad de la Meca bajo dominio de la tribu quraish, entre su huida a Medina (la hégira) y su regreso triunfante.

Durante la mayoría de la historia islámica, se ha utilizado preferentemente el término Dar al-Harb para referirse a las sociedades no islámicas, enfatizando las aspiraciones de varios países islámicos de conquistar dichos territorios e incorporarlos a Dar al-Islam.

Un dicho tradicional árabe, atribuido a Mahoma, dice que "los no creyentes son una sola comunidad", o en otras palabras "los infieles son de una sola nación", expresando la idea de que diferenciar entre distintos tipos de no musulmanes es insignificante en relación a la diferencia primordial entre musulmanes y no musulmanes.

Dar al-Dawa

Dar al-Dawa (árabe: دار الدعوة, "casa de la invitación") se refiere a las regiones donde se ha establecido recientemente la religión islámica. Como la población no ha tenido ningún contacto previo con el islam, no encajan en la clasificación tradicional de Dar al-Harb. Por otra parte, como la región no es musulmana, tampoco puede considerarse Dar al-Islam. El término Dar al-Dawa se usa frecuentemente para referirse a Arabia antes y durante la vida de Mahoma.

Dar al-Amn

Dar al-Amn (árabe: دار الأمن, "casa de la seguridad") es una denominación propuesta por filósofos musulmanes occidentales para describir el status de los musulmanes en Occidente.

El término Dar al-Amn puede utilizarse en combinación con, o en oposición a, las clasificaciones tradicionales de Dar al-Islam y Dar al-Harb, de los cuales se deriva.

(Fuente: Wikipedia en inglés)